En la edad de oro, sin oro (Por favor, deje su mensaje III).

Ahora hasta jubilarse sale caro, pensó Don Paco. Duele en lo más profundo del alma pasar tantos años dándole duro a la vida, para terminar sin trabajo, retirado a los 65, rechazado por viejo y obsoleto, sin futuro, porque hasta la salud le da a uno la espalda.

El colmo es que mientras el IGGS pretende subirle al trabajador la edad de retiro y requiere aumentarle las coutas para jubilarse, los clasificados en la prensa están llenos de “ofertas laborales” que a gritos anuncian: Experiencia mínima de tres años comprobables, sin limitaciones de horario, sin compromisos familiares, dispuesto a trabajar bajo presión, fines de semana y no mayor de 35 años. ¿Y que te dan a cambio?, años y años con un sueldo mínimo, más la promesa de que mañana todo será mejor.

Don Paco siempre soño con dedicarse a la medicina, lo más cerca que llegó fue en la visita médica y entre giras al interior, convenciones de ventas o cierres de ciclo, descubrió que en el alma se le mueven mil faros de esperanza, iluminación de hierbas, infusión de alas, incienso adormecedor en tardes de verano, siestas largas de hamaca, en el corredor que da al patio.

Que olor más rico el del “Huele de Noche”. Se respira profundo, la calma vuelve al corazón, a pesar, de saber que la OIT recomiende fijar en 65 años la edad para jubilarse. Don Paco no lo puede creer, lo lee, lo relee y por más que está bien escrito en el diario, lo tiene que volver a leer, el argumento es que sin el “paquete de ajuste, dificilmente se pueda corregir el desequilibrio en las finanzas del programa de Invalidez, Vejez y Sobrevivencia IVS”. Quién puede sobrevivir dignamente con una pensión de Q2,500.00 (US$ 312.50).

Pase Don Paco, dijo el Doctor Tanchez y agregó: Ya tengo los resultados de sus examenes (Ultra sonido Q 1,300,00, examenes de sangre Q 400.00, examén de orina, glucosa, colesterol y triglicerios Q 500.00, resonancia magnética del riñon, prostata e higado Q 4,250.00, la salud de un familiar cercano, no tiene precio, para todo los demás, existe las tarjetas de crédito).

A Don Paco le encontraron cancer en el riñón, sufre de insuficiencia cardiaca, hipertensión arterial, es diabético y sufrió un severo derrame cerebral. Recién cumplió 67 años y la pensión que le asignaron no le alcanza ni para pagar las medicinas. El doctor dice que su pronóstico es reservado, el Seguro Social indicó por medio de su relacionista público, que no brindarán declaraciones al respecto, porque se trata de reforma necesaria, indispensable para sostener el programa de protección a la Vejez, la Invalidez y la Sobrevivencia. Don Paco se pregunta: ¿de quién?.